En efecto, todo está
ordenado hacia Dios, el Dios que nos abarca y nos circunda, el Dios
de los grandes silencios y de las continuas manifestaciones, el Dios
anterior a todo recuerdo, y al que alcanzaremos después de esta
existencia. Remembering the God to Come, (Recordando al Dios del futuro)
es un libro de poemas escrito por un profesor español, catedrático
de Filosofía desde hace veinte años en la Universidad
de Nueva York, que nació en un pequeño pueblo castellano
y estudió en la India y en Estados Unidos. Grandes extensiones
de tiempo y espacio para vivir y pensar, y destilar experiencias en
una madura colección de poemas en los que la filosofía
y la poesía se dan constantemente la mano. Antonio de Nicolás
escribe una poesía experimental, que se afana por desvelar la
esencias que constituyen la vida del hombre y se propone dejarnos oír
la milagrosa sinfonía del vivir; investiga en el fondo de la
memoria para entresacar aspectos trascendentes, simbólicos o
sencillamente emotivos de la vida; inquiere en este espacio misterioso
de luces y sombras que llamamos existencia en busca de la visión
de las realidades eternas, los anhelos realizados, los sueños
insatisfechos. Es la suya una poesía simplista, con brotes de
surrealismo neorromántico; poesía meditativa y de ensueño,
que no se conforma con la descripción, sino que pasa a la contemplación
del mundo interior y del mundo visible, con símbolos vivos de
estaciones y tiempos, presente y futuro, compañía e intimidad,
amor y desencanto, vida y muerte.
Remembering the God
to Come se divide en cinco partes: Introduction, Fall, Redemption, Providence
and Restoration, y suponen en reconocimiento de un principio sobrenatural
orientador de nuestra vida. A lo largo de ellas se van revelando lugares
o momentos de vivir, convirtiendo vivencias y recuerdos en conceptos
poéticamente válidos. Sabemos que un poema acertado se
debe a una circunstancia afortunada; pero el esmero del poeta está
en cultivar la inspiración y propicia esta circunstancia. Y aquí
es cuando Antonio de Nicolás permanece a la espera, y, sin precipitaciones,
aguarda el tiempo en que la inspiración se abra y florezca en
un bello poema. «My Village» es una breve composición
que nos evoca con nostalgia la deserción de los jóvenes
de los pueblos hacia las ciudades, y sólo permanecen los ancianos
y las ancianas al sol o detrás de las ventanas, «recordando
la vida que se fue / o la que vendrá», en espera de que
un rayo de luz se los lleve. La sombra de la abuela recortada en la
pared, subiendo hacia su cuarto con el candil en la mano —«Memory’s
Frames»— es otro poema que conduce al autor a su infancia
en España por la vía del recuerdo. Un gran vuelo en el
espacio lleva al poeta a la tierra de la libertad —«Her
Name Was Freedom»—, transformada ahora en el mundo de la
tecnología: «La tierra de la leche y la miel / es ahora
la tierra de las máquinas y el dinero». El eco de protesta
de la poesía inglesa «underground» resuena claramente
en este poema. La rosa es un motivo recurrente en la poesía de
Antonio de Nicolás, y su aroma, su color y su ser, simbolizan
una delicada comunión del alma humana con la Naturaleza. Así
nos dice en «The First Rose»: «La primera rosa / de
la temprana primavera / es una rosa blanca / con el cuerpo encerrado
/ en una vaina verde». La flor se abre a la caricia de la lengua,
y súbitamente: «se hace atrás / arqueando sus pétalos
/ en completa rendición / derramando de su interior / unas gotas
de rocío». El regalo amoroso que al instante se retira
sembrando el dolor es el tema de «Sudden Death» («Muerte
repentina»), un austero lamento que nos trae recuerdos de la poesía
lírica inglesa del siglo XVII: «Viniste a mí con
un presto regalo / tus ojos praderas verdes / tu regazo colmado / de
claveles rojos y rosas blancas». Pero la sonrisa de aurora encontró
un rápido fin, y la muerte se adueñó de un corazón.
Como se nos advierte en «Only Red Light» («Sólo
luz roja»), en el juego del amor se puede perder mucho, pues el
amor es un juego en el que no hay trofeos.
El amor en su aspecto
positivo entra con timidez en la poesía moderna. No es fruto
de nuestro tiempo el cariño satisfactorio y compensador, muestra
y base de la felicidad de la pareja humana. La poesía de Antonio
de Nicolás lo refleja como anhelo más que como consecución
en bastantes momentos, y sólo en algunos se alcanzan instantes
exaltados que, aunque prometan una estabilidad fecunda, presentan destellos
de posibilidad. En «You Came into my Garden», leemos: «Entraste
en mi jardín / huyendo de la tormenta. / Debió ser la
luz / que viste en mis ojos / lo que te hizo volver la cara / fresca
de lluvia / porque al punto tu mirada / se ablandó y tu cuerpo
/ se dobló en una disponible actitud de rendimiento». «The
Forth of July» («El cuatro de julio») es más
directo y descriptivo, y tiene reminiscencias de «La casada infiel»
de garcía Lorca, aunque aquí se trata de una adolescente
tan maravillosa como audaz. En «Water» («Agua»)
se nos muestra la fuerza física de la Naturaleza representada
por el agua, origen y envoltura de todo lo que existe en la tierra.
Poemas como «The Liquid Body» («El cuerpo líquido»)
y «Fire» («Fuego») son claros ejemplos de la
capacidad del autor para hacer poesía de la vida y la muerte,
el presente y el futuro, y la fuerza imperecedera del deseo.
Remembering the God
to Come es una colección de sesenta y cuatro poemas escritos
en verso libre: versos breves y expresivos, dotados de una fuerza conceptual
que se desata en imágenes tan encontradas como bellas.
ESTEBAN
PUJALS